Tenemos que hablar - 1.2

.........Sugus, se fue nomás.

Me quede solo. Muy solo. Confundido? No creo, seguramente dolido y perdido.
Me senté en el sillón, el que más me gusta, el que me protege en momentos como este.
Prendí un faso, e intente hacer varias figuras con el humo, pero no era mi día, y mucho menos mi momento.
Solo me salió una figura rara, de formas perdidas.
Me quedé mirando el mamarracho de humo, un rato largo. Tanto que me quemó los dedos, lo que quedaba del ciga.

-Put!!!, ahora me quemo también!!! (grité con bronca y dolor).

El fuego y quemarse, era un tema que me estaba empezando a doler, más de lo que podía reconocer.
De repente, no se como, pero esa forma humeante tomó contornos mas definidos.
No se si era, que me había zarpado con los copetines, o en realidad había una face que me miraba fijo, inerte y rígido. Al menos, así lo veía.

-Nahhhh, debo ser yo (me intente autoconvencer). Cuando las cosas no nos gustan o sorprenden, ponemos el freno de mano. Esperamos que pasen, y muchas veces eso no sucede. Siguen estando, por más que intentemos ignorarlas.
Ante mi sorpresa (más aún), la imagen se elevo casi, casi, hasta el techo. Después giró, me miro más fijo aún, y soltó un.....

-Martin, tenemos que hablar.

La voz no me era familiar, y sí bueno sería.


Continua, parece.